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Raíces desestabilizadoras de FF AA de EE UU en Ecuador [2]

Descubriendo Verdades

Descubriendo Verdades

viernes, 25 de abril de 2014

by Percy Francisco Alvarado Godoy

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Los cuerpos policiales ecuatorianos han sido favorecidos por la sistemática ayuda financiera y logística norteamericana, entre ellos el Grupo Operaciones Especiales (GOE) de la Policía Nacional Ecuatoriana, el Grupo Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional Ecuatoriana, la Unidad Lucha Contra el Crimen organizado (ULCO) de la Policía Nacional Ecuatoriana, el Grupo Especial Móvil Anti-Narcóticos (GEMA) de la Policía Nacional Ecuatoriana y la Unidad Antisecuestros (UNASE) de la Policía Nacional Ecuatoriana. Muchos miembros de estos organismos policiales han establecido fuertes lazos de colaboración, incluidos de pertenencia, con agencias norteamericanas como la CIA, el FBI, la DIA y la DEA durante estos últimos años y se han convertido en fuentes del espionaje estadounidense en Ecuador.

Según un documento aparecido el 5 de noviembre de 2008, elaborado por la Comisión de investigación de los servicios de inteligencia militares y policiales, creada el 15 de mayo de 2008 por el presidente Correa, mediante el Decreto 1080, y titulado “Informe de Penetración de la CIA en las Fuerzas Armadas y Policía Nacional”, existen abundantes pruebas de la actividad de espionaje norteamericana dentro de las FF AA y la Policía Nacional del Ecuador.”

A grandes rasgos, el Informe corroboró:

– Excesiva autonomía de los cuerpos policiales y su dependencia a intereses indicados por agencias acreditadas en la embajada de EE UU en Ecuador.

– El contubernio entre las FF AA y la US Army para el mantenimiento de la geopolítica norteamericana en la región.

– Empleo de los cuerpos policiales para labores de espionaje de las fuerzas progresistas en Ecuador, como el espionaje electrónico, telefónico y seguimientos, siguiendo instrucciones de agencias norteamericanas acreditadas en la embajada de EE UU en Quito.

– La inteligencia policial dirigida por la Dirección General de Inteligencia y el resto de dependencias especializadas como la Unidad de Investigaciones Especiales (UIES), la Unidad de Antisecuestros y Extorsión (UÑASE), el Comando Operativo Anti Coyotes (COAC) y la Dirección Nacional Antinarcóticos (DNA), son financiadas en gran medida, desde hace años, por el gobierno norteamericano.

– “Existen mecanismos formales e informales de colaboración de los organismos de inteligencia ecuatorianos con las instituciones que dependen de la Embajada de Estados unidos, principalmente con Agregaduría de Defensa (DAO), Agencia Antidrogas (DEA), Grupo Consultivo de Ayuda Militar (MMG), y Agencia Nacional de Seguridad (NSA, National Security Agency), además de la estación local de la CIA.” (Textual)

– Se han demostrado casos de reclutamiento y control de personal de las principales agencias de inteligencia por parte del FBI y la CIA.

– Los mecanismos formales creados entre la embajada norteamericana y las FF AA y la Policía Nacional, se materializan en abastecimiento logístico, entrenamiento y capacitación, donación de partidas financieras, entre otras.

– “Esta dependencia vuelve al país vulnerable y menoscaba su capacidad de formular y aplicar políticas soberanas en el control del narcotráfico o de la frontera norte y puede condicionar la continuación de la cooperación a la entrega de información a los organismos de Inteligencia de EE.UU. o a la implementación de sus prioridades en materia de seguimiento y defensa.” (Textual)

– “En el área de inteligencia y desde el año 2001 hasta el 2008, se han capacitado en cursos y seminarios locales en diferentes especialidades, un total de 2.898 elementos de la Policía Nacional. En el área antinarcóticos, entre oficiales y personal subalterno, se han capacitado en el exterior un total de 97 elementos.” (Textual)

– “Existen indicios sugerentes de que el ataque de las Fuerzas regulares de Colombia a Fuerzas irregulares colombianas en territorio ecuatoriano se hizo en base a una operación combinada entre Colombia y EE.UU., con la participación de una red de inteligencia extranjera operando en el Ecuador, que conocía con antelación del bombardeo y de los pasos subsecuentes que el Gobierno de Bogotá iba a tomar.” (Textual)

– “Las reuniones mantenidas con personal de la CÍA en Ecuador demuestran las relaciones que se han construido con personal de la Policía y las Fuerzas Armadas desde hace muchos años y reafirma la existencia de redes como las que manejaba Leila Hadad Pérez, alias SWAT, así como vínculos con oficiales de organismos especiales y de inteligencia de las dos instituciones.” (Textual)

Correa y el quintacolumnismo

La intentona golpista en Ecuador fue la antesala, sin lugar a dudas, del incremento de la labor desestabilizadora de la derecha ecuatoriana. Quisieron probar, en el 2010, si existían condiciones para derrocar a Correa, pero no emplearon todos los recursos disponibles y muchos de los responsables de esta intentona se ocultaron en la sombra o se lanzaron, hipócritamente, y, cuando todo el mundo repudió la asonada, a hacer declaraciones a favor de la democracia.

Muchos peligros amenazan a la Revolución Ciudadana impulsada por Correa, entre ellos nuevos intentos por derrocarlo por la vía violenta, ante la imposibilidad de hacerlo en las urnas. Su próxima postulación es un reto para estas fuerzas de la derecha y para los propios EE UU.

La principal vulnerabilidad de las aspiraciones de Correa radica en que muchos ministros y dirigentes, con independencia de los avances sociales, hacen política desde sus puestos, sin involucrarse directamente con los sectores populares. Hay una falta de compromiso cuestionada por los sectores más radicales de la izquierda dentro de la variedad de posiciones dentro de esa tendencia.

Otra vulnerabilidad es la presencia de militares y sujetos dentro de las fuerzas de seguridad no vinculados ideológicamente a la Revolución Ciudadana y que conspiran diariamente en contubernio con los servicios de inteligencia foráneos.

La cruenta guerra mediática, cada vez en aumento, ha representado un temporal que Correa ha sabido capear con verdades e inteligencia. La misma ha tenido momentos álgidos a raíz del caso Assange.

Quedan retos evidentes. Uno de ellas es la necesidad de buscar la unidad de las fuerzas progresistas, perfeccionar los métodos de trabajo con las masas, enfrentar con oportunidad y convicción la desinformación entre las bases populares y los movimientos sindical e indígena, esclarecer más que imponer, y esa será, sin lugar a dudas, la clave del triunfo. Es la hora de rectificar errores y de fortalecer la fe en el pueblo, de depurar a oportunistas y a quienes perjudican el trabajo del gobierno desde adentro.

El verdadero enemigo desembolsa grandes cantidades de dinero de forma descarada y controla desde su complejo de oficinas diplomáticas, las actividades de muchos elementos dentro de la FF AA y la Policía Nacional. Se debe confiar, es cierto, en el soldado honesto y patriota. A la par, se debe ser cuidadoso con aquel que se vende y es capaz de traicionar a la Constitución cuando su protector de la CIA se lo aconseja.

Correa, como líder y hombre probo, mantiene su pelea contra las fuerzas oscuras de la reacción y del Imperio. Como dijo una vez a Radio Pública, para que lo escuchara su amado pueblo: “Yo no voy dar marcha atrás, si quieren vengan a buscarme acá, denme un tiro y que siga adelante la República, me matarán a mí, como decía Neruda, podrán cortar las flores, pero no impedir la llegada de la primavera”.

 

 

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